El código no es Da Vinci
Se ha hablado tanto de ‘El Código Da Vinci’ que ya casi cansaba, pero al fin pude verla y apenas me sorprendió. Ron Howard no aporta nada especial con la adaptación, la deja básicamente en lo mismo y el verla en imágenes en lugar de imaginarla no supone ninguna emoción añadida, ni ninguna sensación especial.
El hecho de que el libro fuera un best-seller puede confundir y llevar a pensar que necesariamente se trata de acción y aventura, pero no es así. Lo que ocurre aquí es que en la película todo es bla bla bla y, por tanto, se hace aburrida. Aunque lo mejor del libro fueran las teorías, éstas no resultan cinematográficas o al menos no en la forma en la que se han presentado.
Los personajes en la película quedan aún más desdibujados que en el libro y faltos de personalidad. Audrey Tautou y Tom Hanks no aportan nada, resultan blandones y acrecientan la sensación de que se van dejando llevar por los demás en lugar de investigar por sí mismos.
Los mismos errores. En general, casi ninguno de los defectos del libro ha sido reparado en la versión fílmica. Por ejemplo, en los primeros minutos se produce un asesinato y el protagonista es acusado de él. Pero no hay nada que indique por qué lo culpan. Tampoco queda nada claro por qué Sophie se une a Robert para huir, todo el planteamiento resulta confuso o, al menos, absurdo.
El final de la obra literaria y de la fílmica es muy cobarde, el autor se echa atrás. En la novela, al menos, se buscaban justificaciones algo más válidas. En el film se hace en una escena bastante conmovedora que desdibuja más aún al personaje de Hanks, pues, como científico, debería haberse comportado de otra manera. 3
Lo peor de todo. Sin duda, es la explicación del cuadro de la última cena. En el libro, ambos estudiosos – McKellen y Hanks – coincidían en ubicar a María Magdalena en la pintura y defender, a la par, la ‘polémica’ tesis central de la novela. En el film, Hanks se dedica a disentir: McKellen defiende la tesis de la novela y Hanks, por oposición, casi termina en el bando de los fundamentalistas cristianos que satanizaban la película. En definitiva, la mejor parte del libro, la transgresora, casi no existe.
La forma en la que están rodadas las persecuciones y las pocas secuencias de acción que hay, es un tanto imprecisa. Howard abusa de los destellos de luces y de las transparencias. La fotografía de los flash-backs, lavada y descolorida, resulta un poco rancia. Utiliza en exceso los primeros planos y no hace una puesta en escena brillante.
Para que esto no sea únicamente una comparación con el libro y una valoración de cómo ha sido adaptado al cine, diré que la forma en la que está rodada, como mucho, llega a ser correcta pero la forma en la que la trama está planteada parece que diera por hecho que los espectadores se han leído el libro, y no deberían contar con eso.
Lo bueno. Es necesario señalar que han eliminado la relación romántica entre los protagonistas que sí existía en el libro. Por un lado, se agradece, pues el Langdon de la novela era un hombre mayor pero atractivo y Tom Hanks resulta más bien asqueroso; pero en realidad se debe a un tema de la trama que no puedo comentar porque develaría el final, pero que vuelve a tener que ver con la cuestión católica. Se agradece también porque la parte amorosa quedaría forzada y de esta forma, al menos, podemos ver cómo acontece todo sin tener que presenciar una escena de amor poco agradecida.
Se podría decir que es una adaptación facilota pues han recurrido siempre a lo más sencillo: plasmarlo todo casi tal como es; trasladar los diálogos, por largos que sean. No se han molestado en enriquecer la historia ni les han dado mayores matices a los personajes ni tampoco han aumentado la aventura. La película se estrena con una fama que precede del libro y no por méritos propios.
El hecho de que el libro fuera un best-seller puede confundir y llevar a pensar que necesariamente se trata de acción y aventura, pero no es así. Lo que ocurre aquí es que en la película todo es bla bla bla y, por tanto, se hace aburrida. Aunque lo mejor del libro fueran las teorías, éstas no resultan cinematográficas o al menos no en la forma en la que se han presentado.
Los personajes en la película quedan aún más desdibujados que en el libro y faltos de personalidad. Audrey Tautou y Tom Hanks no aportan nada, resultan blandones y acrecientan la sensación de que se van dejando llevar por los demás en lugar de investigar por sí mismos.
Los mismos errores. En general, casi ninguno de los defectos del libro ha sido reparado en la versión fílmica. Por ejemplo, en los primeros minutos se produce un asesinato y el protagonista es acusado de él. Pero no hay nada que indique por qué lo culpan. Tampoco queda nada claro por qué Sophie se une a Robert para huir, todo el planteamiento resulta confuso o, al menos, absurdo.
El final de la obra literaria y de la fílmica es muy cobarde, el autor se echa atrás. En la novela, al menos, se buscaban justificaciones algo más válidas. En el film se hace en una escena bastante conmovedora que desdibuja más aún al personaje de Hanks, pues, como científico, debería haberse comportado de otra manera. 3
Lo peor de todo. Sin duda, es la explicación del cuadro de la última cena. En el libro, ambos estudiosos – McKellen y Hanks – coincidían en ubicar a María Magdalena en la pintura y defender, a la par, la ‘polémica’ tesis central de la novela. En el film, Hanks se dedica a disentir: McKellen defiende la tesis de la novela y Hanks, por oposición, casi termina en el bando de los fundamentalistas cristianos que satanizaban la película. En definitiva, la mejor parte del libro, la transgresora, casi no existe.
La forma en la que están rodadas las persecuciones y las pocas secuencias de acción que hay, es un tanto imprecisa. Howard abusa de los destellos de luces y de las transparencias. La fotografía de los flash-backs, lavada y descolorida, resulta un poco rancia. Utiliza en exceso los primeros planos y no hace una puesta en escena brillante.
Para que esto no sea únicamente una comparación con el libro y una valoración de cómo ha sido adaptado al cine, diré que la forma en la que está rodada, como mucho, llega a ser correcta pero la forma en la que la trama está planteada parece que diera por hecho que los espectadores se han leído el libro, y no deberían contar con eso.
Lo bueno. Es necesario señalar que han eliminado la relación romántica entre los protagonistas que sí existía en el libro. Por un lado, se agradece, pues el Langdon de la novela era un hombre mayor pero atractivo y Tom Hanks resulta más bien asqueroso; pero en realidad se debe a un tema de la trama que no puedo comentar porque develaría el final, pero que vuelve a tener que ver con la cuestión católica. Se agradece también porque la parte amorosa quedaría forzada y de esta forma, al menos, podemos ver cómo acontece todo sin tener que presenciar una escena de amor poco agradecida.
Se podría decir que es una adaptación facilota pues han recurrido siempre a lo más sencillo: plasmarlo todo casi tal como es; trasladar los diálogos, por largos que sean. No se han molestado en enriquecer la historia ni les han dado mayores matices a los personajes ni tampoco han aumentado la aventura. La película se estrena con una fama que precede del libro y no por méritos propios.
3 Comments:
Todavia no he visto la pelicula pero se me acaban de quitar las ganas de ir a cine.
10:40 AM
que pelicula tan mala No la vayan ver
5:45 PM
Lean mi libro "El Código Figari", es peor, pero es Uruguayo-Butanés.
PD: te ves muy linda en la foto, tengo unos jóvenes 72 años, te sirve??
3:14 PM
Post a Comment
<< Home