La semana de reflexión
Reflexionar no quiere decir más que recapacitar, analizar sobre la vida, tu vida y tu alrededor, sobre el futuro, si es que en algún aspecto se puede planear, y qué es lo que se quiere en realidad.
Gran semana, creo que la desperdicié, pero el clima tampoco ayudó…con tanto frío sólo antoja quedarse en casa, ver películas y dormir para recuperar energías. No salí ni a Cañaveral…lo más lejos que fui, fue V etapa (3 o 4 cuadras de mi casa). Mis padres (algo católicos) cumplieron con los designios de la Iglesia fueron a todos los actos conmemorativos de la semana santa. Desde el tour por la ciudad en visita de los monumentos, hasta al clásico vía crucis ‘mañanero’ de mi parroquia, esta vez acompañados por una constante lluvia.
¿Yo? Al comienzo me deprimí...me choca tener que aceptarlo. Salí con mis amigas del colegio, me gustó volver a verlas (desde enero no las veía) pero esta vez sentí que tenemos vidas muy distintas o prioridades diferentes, y cada vez más, siento que nos separan más cosas de las que nos unen. Ven la vida muy distinto a como yo la veo. Las quiero mucho, hemos compartido demasiado pero las veo y siento como si tuvieran cinco años más que yo, sí, también puede ser que yo sea más inmadura pero… un día antes me re-encontré con mis amigas de siempre, de hace 7 casi 8 años y siento más afinidad con ellas, más similitud entre nosotras, a pesar de que las tres somos muy distintas, estudiamos carreras totalmente diferentes pero cuando nos volvemos a ver es como si el tiempo no pasara.
Lo demás. El balance es bastante positivo, avancé en eso de olvidarlo, bueno de superarlo. Acepté que él ya no está en mi vida y que tal vez, es mejor así. Vendrá algo mejor, además ya es hora ¿no? Lo quise, lo quise mucho pero se acabó, el problema estaba en que yo no había querido aceptarlo y ya no estoy para eso, tengo nuevas prioridades y él no forma parte de mis planes a futuro.
Acá. El pico y placa es el tema de la sociedad bumanguesa por estos días. Un poco loco y muy enredado por cierto, según las horas, las placas y los días (par o no par). Por el momento no me afecta, no tengo carro, vivo a tres cuadras de la Universidad y si en algún momento quería tener carro, hoy se han esfumado esas ganas. Me dedicaré a caminar por la zona y obvio, a pagar taxi.
Adentro. Sé que es un poco banal hablar de todo lo anterior sabiendo que esta semana fue trágica para una zona del país. A raíz de las fuertes y constantes lluvias, se produjeron avalanchas, se desbordó un río y varias veredas del Valle del Cauca quedaron enterradas con sus habitantes. Hoy, muchos lloran por sus seres queridos, y si de algo sirve, me solidarizo con todas estas personas que sobrevivieron y lo han perdido todo. Sin olvidar lo ridículo que fue ver en el noticiero a los ‘súper’ periodistas que buscando una noticia, terminaron siendo la noticia. Uno de ellos falleció y pregunto ¿vale la pena una chiva por una vida? No lo creo, ¡seriedad señores periodistas!
Gran semana, creo que la desperdicié, pero el clima tampoco ayudó…con tanto frío sólo antoja quedarse en casa, ver películas y dormir para recuperar energías. No salí ni a Cañaveral…lo más lejos que fui, fue V etapa (3 o 4 cuadras de mi casa). Mis padres (algo católicos) cumplieron con los designios de la Iglesia fueron a todos los actos conmemorativos de la semana santa. Desde el tour por la ciudad en visita de los monumentos, hasta al clásico vía crucis ‘mañanero’ de mi parroquia, esta vez acompañados por una constante lluvia.
¿Yo? Al comienzo me deprimí...me choca tener que aceptarlo. Salí con mis amigas del colegio, me gustó volver a verlas (desde enero no las veía) pero esta vez sentí que tenemos vidas muy distintas o prioridades diferentes, y cada vez más, siento que nos separan más cosas de las que nos unen. Ven la vida muy distinto a como yo la veo. Las quiero mucho, hemos compartido demasiado pero las veo y siento como si tuvieran cinco años más que yo, sí, también puede ser que yo sea más inmadura pero… un día antes me re-encontré con mis amigas de siempre, de hace 7 casi 8 años y siento más afinidad con ellas, más similitud entre nosotras, a pesar de que las tres somos muy distintas, estudiamos carreras totalmente diferentes pero cuando nos volvemos a ver es como si el tiempo no pasara.
Lo demás. El balance es bastante positivo, avancé en eso de olvidarlo, bueno de superarlo. Acepté que él ya no está en mi vida y que tal vez, es mejor así. Vendrá algo mejor, además ya es hora ¿no? Lo quise, lo quise mucho pero se acabó, el problema estaba en que yo no había querido aceptarlo y ya no estoy para eso, tengo nuevas prioridades y él no forma parte de mis planes a futuro.
Acá. El pico y placa es el tema de la sociedad bumanguesa por estos días. Un poco loco y muy enredado por cierto, según las horas, las placas y los días (par o no par). Por el momento no me afecta, no tengo carro, vivo a tres cuadras de la Universidad y si en algún momento quería tener carro, hoy se han esfumado esas ganas. Me dedicaré a caminar por la zona y obvio, a pagar taxi.
Adentro. Sé que es un poco banal hablar de todo lo anterior sabiendo que esta semana fue trágica para una zona del país. A raíz de las fuertes y constantes lluvias, se produjeron avalanchas, se desbordó un río y varias veredas del Valle del Cauca quedaron enterradas con sus habitantes. Hoy, muchos lloran por sus seres queridos, y si de algo sirve, me solidarizo con todas estas personas que sobrevivieron y lo han perdido todo. Sin olvidar lo ridículo que fue ver en el noticiero a los ‘súper’ periodistas que buscando una noticia, terminaron siendo la noticia. Uno de ellos falleció y pregunto ¿vale la pena una chiva por una vida? No lo creo, ¡seriedad señores periodistas!
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