El continente perdido
Desde que Platón escribió sus diálogos, surgieron muchísimas opiniones acerca de la verdadera existencia de la Atlántida. Aún hoy hay quienes consideran el relato de Platón como una simple fábula o un mito inventado.
Sobre la ubicación del continente hundido, Platón decía que "las islas Azores y Canarias son los restos de Atlántida". Sin embargo, nadie hasta ahora había podido ubicar con certeza el lugar del mar o de la tierra en donde estuvo La Atlántida.
El enigma de la Atlántida es universal y muchos

El hallazgo
Eran tiempos en que el mar no estaba en donde está y las tierras tenían formas distintas a las actuales. Fue un colombiano el que encontró ‘restos’ de ese continente hundido, Santiago Martínez, investigador y escritor dice haber descubierto la verdadera Atlántida. Sostiene que descubrió el legendario continente platónico hundido a kilómetro y medio de profundidad en el Atlántico, en el archipiélago de las Azores.
En alguna ocasión se realizaron expediciones científicas submarinas en las profundidades del océano para encontrar restos de la Atlántida, pero las búsquedas no obtuvieron resultado. Una confusión entre quienes han buscado la Atlántida es confundir la Isla-Continente con su capital. Ambas tienen tamaños y formas diferentes. Ninguna de las Atlántidas superaba el 40 % de posibilidades de ser la verdadera. Martínez acababa de descifrar decenas de figuras escondidas en Perú y había entendido que las construcciones tridimensionales de esas culturas no podían ser vistas solamente a nivel del suelo, sino primordialmente desde el aire. Tales pistas lo llevaron a descubrirla, ajustándose en un 100 % a todos los detalles del relato de Platón.
La primera pista que encontró fue una inmensa cabeza de serpiente en el Altiplano Cundiboyacence, en el Perú era un buitre gigantesco para ser visto a miles de metros desde el suelo. Entonces pensó que la Atlántida tendría que estar de alguna manera vinculada a algún animal, comenzó a buscar y encontró un dragón, “sentí un escalofrío; allí estaba la que había sido llamada también por la Biblia la 'Serpiente Antigua', y en medio de su cabeza se encontraba una llanura alargada descrita por Platón y en su centro, la ciudad circular de la Atlántida”
La descripción de Platón era exacta. También que lo que él proponía como modelo de colonización en base a círculos concéntricos había sido, hasta cierto punto, mal interpretado. Si bien era cierto que cada una de sus ciudades se armaba en forma concéntrica, cuando llegaban a un límite de expansión, comenzaba una nueva etapa con otro templo en el centro. Rápidamente identificó unos 4 centros o polos de desarrollo, pero había más.
Lo religioso
Lo raro viene con las innumerables preguntas en relación con el Diluvio ¿Qué lo originó y de dónde salió el agua que cubrió la Tierra más de 7 metros sobre los picos más

Si le metemos más religión al cuento, el Génesis habla de un principio, en el que el agua lo cubría todo y el viento recorría la superficie. Continúa con un proceso de la separación de la luz y las tinieblas y luego habla de la creación -aparición- de las grandes luminarias del cielo, el sol y la luna. Cuando Noe, hijo de Matusalém (que vivió 969 años), terminó el Arca, tenía 600 años y le tomó 100 construirla. Según la Biblia, murió de 950 años y vivió 350 años más después del Diluvio. Pero después de este, la misma Biblia aclara con una frase misteriosa: "... y no permanecerá mi espíritu en el hombre y no vivirá este para siempre, pues es solo carne y su vida será de solo 120 años". Es el máximo que vivimos desde entonces. La luna todo lo alteró y los ciclos de la naturaleza cambiaron.
Más
Entonces los remanentes de los gigantes comenzaron a disminuir gradualmente tamaño y longevidad, construyeron nuevos templos y observatorios que les permitieron predecir el movimiento orbital con precisión para así sembrar de acuerdo al nuevo ciclo solar. Surgieron entonces nuevos lugares como Stonehenge y nuevos observatorios de las culturas Tolteca, Azteca, Maya e Inca. Otros lugares como Tiahuanaco con su gran pórtico y antiguo calendario solar fueron abandonados pues habían perdido su utilidad y significado. Grandes murallas como las de Ollantaytambo o fortalezas como Sacsahumán en Perú ya no eran necesarias para cazar o defenderse de los grandes depredadores que habían perecido con el Diluvio y su uso cambió después y jamás fueron repetidas.